domingo, 17 de marzo de 2013

DISCRIMINACIÓN POSITIVA...UNA NECESIDAD O UN ABUSO.

Os dejo el titular de una noticia reciente salida en El País, con este titular se da pie a profundizar en un tema de candente actualidad de unos años para acá, como es la "discriminación positiva a la mujer".  Os dejo mi visión al respecto, alguna/os la compartiréis  la mayoría no (cuento con ello), pero en fin como decía Montesquieu "daría la vida porque siempre pudieras llevarme la contraria"...

"La secretaría general de PP, Mª Dolores de Cospedal, recibió ayer un rosario de críticas por sus polémicas declaraciones, cuando dijo que "consideraba machista y ofensivo que una mujer entre en política por cuotas", siendo el día internacional de la Mujer sus palabras cobraron más relevancia."

La siguiente noticia hace relevancia al controvertido tema de la aplicación de la "discriminación positiva" a favor de la mujer en determinados aspectos de la interacción social. Son muchas las voces discordantes con la aplicación de esta discriminación por considerarla una violación del derecho fundamental de igualdad recogido en nuestra carta magna. Probablemente aquellos y aquellas que defienden esta vulneración del derecho de igualdad entre todas las personas como propugna la Constitución Española, sin que haya discriminación por sexo, raza, religión,etc, sean personas que en la mayoría de los casos sean hombres y se sientan perjudicados por la aplicación de esta especie de "ventaja" de la mujer por el hecho de ser mujer, y en otra minoría, sean mujeres que han interiorizado los patrones de conducta dimanantes del sistema social patriarcal imperante en nuestra sociedad.



Luego esta la otra parte de personas, entre los que me encuentro, que consideramos totalmente lógico, por lo necesario que resulta, la aplicación de este tipo de discriminación a favor, no solo de la mujer, sino de cualquier colectivo que debido a sus condiciones físicas, económicas  sociales, etc, se encuentre con handicaps de adaptación e incorporación al normal funcionamiento en la interacción social. Es aquí donde radica, a mi entender, el verdadero problema que demanda la aplicación de una discriminación positiva, debido al  "normal funcionamiento". Entendemos como normal aquello que por su uso y habitualidad se convierte en norma, propugnando por este hecho una aceptación social intrínseca que impide en la mayoría de las ocasiones la realización al respecto de un juicio crítico discordante con el pensar general. "Lo evidente en la sociedad actual es que la mujer no cuenta con las mismas posibilidades que el hombre", eso es obvio y palpable para quien no mire con ojos entumecidos por el androcentrismo que envuelve a las sociedades actuales y pasadas, sin embargo no es la norma imperante, ya que lo que se ha convertido como norma es hacernos creer que vivimos en una sociedad igualitaria entre sexos y que la nota discordante lo dan "cuatro feministas reprimidas" que propugnan la hegemonía de la mujer ante el hombre.