"PEGAR A SU NOVIA POR LA PROPIEDAD DE UNA VIDEOCONSOLA NO ES VIOLENCIA DE GÉNERO"...(Dolorosamente coherente).

Noticia de "El Mundo", 19/07/2013.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/19/espana/1374229981.html

A simple vista cuando uno lee este enlace en cualquier red social o como titular de la noticia, se echa las manos a la cabeza y se le empiezan a aparecer cantidad de descalificativos para el Juez "misogino, machista, retrogrado, etc..", que ha podido sentenciar dicha barbaridad...

Pero basta unos segundos de reflexión y la labor tan importante y poco ejercitada de leer el contenido integro de la noticia, para darse cuenta aplicando los conocimientos formativos que uno posee sobre esta clase de violencia, que la sentencia es dolorosamente coherente.., y digo dolorosamente porque sé que esta opinión que voy a mostrar respecto a este tema, genera mucha controversia entre mis amistades que trabajan en este campo y entre los colectivos feministas, que tanto admiro y respeto.

Efectivamente es una sentencia, en mi opinión totalmente adecuada tanto a Derecho como a la lógica moral y sobre todo al respeto hacia las víctimas de VdG..., me explico; 

Como ya he citado en otra entrada anterior; por Violencia de Género no se puede considerar un caso aislado y puntual de un episodio violento, respecto a esta noticia entiendo, porque así se muestra en la misma, que no existen hechos probados de que la mujer denunciante hubiera padecido en el marco de una relación desigual una situación de violencia por parte de su pareja, sino que por un hecho concreto y por la disputa de un objeto que ambos consideran de su propiedad se producen estas lesiones leves. 

Hay que partir de la base de que una relación la conforman en parejas heterosexuales, un hombre y una mujer, pero antes que hombre y mujer ambas son personas y como tales se pueden producir entre ambas momentos de tensión y disputa dentro de una relación paritaria entre iguales, que nada tienen que ver con el intento de control e imposición de un sexo, mejor dicho, de un género ante el otro. 

Este último supuesto engloba y resume la violencia de género y así tendría que haberse recogido y posteriormente aplicado en la legislación Penal de este país, que recoge esta clase de ilícitos penales. La realidad legislativa en España que tanta controversia ha despertado socialmente y la realidad diaria en la aplicación de la misma, es otra muy distinta a la que entiendo como razonablemente lógica. En la actualidad se consideran ilícitos de violencia de género cualquier acto que se produce dentro del marco de una relación sentimental entre hombre y mujer, presente o pasada. No se tiene en cuenta la génesis que defiende y sustenta esta clase de violencia, es decir su practica a través de la aplicación de unos valores culturales y sociales dimanantes de sociedades con sistemas patriarcales, donde la violencia se ejerce como herramienta para sustentar el dominio de un género sobre el otro, el masculino sobre el femenino.    

Nadie discute, y menos yo, que cualquier lesión que se produce entre miembros de una relación sentimental es lamentable a la par que intolerable, principalmente por la ruptura tan drástica de los pilares que se presuponen a ese tipo de relaciones. Nadie discute, y menos yo, que la violencia de género existe cotidianamente, que es la lacra social más cruel y presente en todas las sociedades actuales y pasadas, pero esto es una realidad... y que la actual legislación penal sobre esta materia en nuestro país hace un flaco favor a la concienciación social sobre esta lacra dentro del entramado social, es otra realidad tan palpable como la anterior. 

Quizás... si este pensamiento expresado en este texto se aplicase y se adecuase la norma a los casos donde se aprecie, aunque sea levemente, que se pudiera estar padeciendo una situación continua de violencia en cualquiera de sus expresiones, de un hombre hacía su pareja o ex pareja mujer..., quizás si se centrase la norma en dirimir el porque de ese episodio de violencia y no solo valorase su realización, quizás.. algo cambiaría en la conciencia popular, y las víctimas serían quienes tienen que ser y son, y no quienes la sociedad patriarcal imperante pretende que sean...