miércoles, 15 de mayo de 2013

REFLEXIONANDO SOBRE LA VIOLENCIA DE GENERO; (Verdades medio mentiras y mentiras medio verdades)...


Cuando uno analiza el problema de la violencia por razón de género, le aborda tras una breve reflexión una sensación de interpretaciones confusas, tal y como confuso resulta lo anteriormente mencionado..., me explico;

Respecto de este tema de indiscutible trascendencia, existen diversas opiniones al respecto, generalmente y como no puede ser de otra manera, se debe de excluir de un análisis razonable aquellas que se vierten tras episodios experimentados que condicionan sustancialmente una opinión objetiva, distante de la expresada desde la distancia emocional y sentimental, aquella distancia que se consigue no habiendo experimentado ni en primera persona, ni en la cercanía de las redes sociales próximas, episodios que generen cierta subjetividad.


Se hace necesario lo anterior a la hora de analizar ciertos contenidos extraídos de un articulo de un periódico digital que narra, como otros tantos, opiniones divergentes sobre esta lacra, distantes en concordancia de pensamiento, pero generadoras todas ellas de los mismos errores que convierten las supuestas verdades en medias verdades y las supuestas mentiras en medias mentiras... Sirva como ejemplo el articulo publicado en “la Información.com” el día 01 de marzo del 2013, por D. Juan Bosco Martín, denominado “Los lados oscuros de la VdG, datos, medias verdades y exageraciones”...

Veamos..,

 cuando uno enfoca el mencionado articulo basta prácticamente con interpretar el titulo del mismo para darse cuenta de lo que posteriormente le espera y se va a encontrar según se adentre en los pensamientos plasmados del periodista de turno..., Se echa en falta tras el nombre de quien firma tan profundas reflexiones sobre un tema de tanta trascendencia como el abarcado, una breve mención al currículo formativo del escribiente, donde se plasmen la más que “segura” formación en género e igualdad que alberga dicha mente tan vivazmente locuaz ante lo desconocido.. (que quizás me equivoque?.., pero va a ser que no..). 

Resulta cuanto menos ruin recurrir a expresiones constantes de terceras personas para enmascarar un pensamiento propio, que por los motivos que sean, "como pueda ser conservar un puesto de trabajo, que hoy la cosa esta muy malita..," para decir lo que uno piensa y comparte.

Analicemos el siguiente texto extraído del articulo:

“¿Cómo se demuestra que una denuncia es falsa?

Según el Observatorio contra la Violencia de Género, que recoge datos de la última memoria de la Fiscalía General del Estado, el número de denuncias falsas ese año sólo fue el 0,01 por ciento del total. O lo que es lo mismo: de 134.002 denuncias registradas en 2011, sólo 24 eran falsas. Estas cifras se han usado para desmentir las afirmaciones del diputado de UPyD Toni Cantó.

Sobre estos datos oficiales también surgen otras preguntas. En un asunto tan polémico como la convivencia de pareja, ¿puede ser creíble un número tan reducido de denuncias falsas entre tantos miles de denuncias? ¿Sólo 24 de 134.002? Desde la Fiscalía General del Estado encontramos una explicación: "Esas son las denuncias cuya falsedad se acreditó tras un proceso judicial". Es decir: no significa que el resto sean verdaderas o falsas, porque o bien no se denunciaron o bien, si se hizo, no se acreditó que fueran falsas.

Hay más datos extraños o confusos. Según explicó Inmaculada Montalbán, directora del Observatorio para Violencia de Género, en los años de vigencia de la actual Ley contra la violencia de género, se admitieron a trámite 1.034.000 denuncias (963.000 por presuntos delitos y 71.000 por presuntas faltas). De todas denuncias, sólo 108.000 han sido condenatorias (algo más de un 10 por ciento). El resto terminan en sobreseimientos, archivos o absoluciones.

“¿Qué ha pasado entonces con los dos millones de mujeres maltratadas que existen en España según las encuestas oficiales?”, se pregunta Antonia Carrasco, presidenta de la Asociación de Víctimas de la Ley de Violencia de Género de Madrid. “Las encuestas que se hicieron en 1999, en 2006 y en 2011 dicen invariablemente que hay dos millones de mujeres maltratadas en España... ¿dónde está el resto?”

¿Dónde esta el resto?...perdónenme que me permita subrayar tal pregunta porque sinceramente me deja anonadado, y esto lo pregunta quien resulta ser “presidenta de la Asociación de Víctimas de la Ley de Violencia de Género de Madrid”, cuando se refiere el nombre de su asociación a “víctimas”, ¿no se estará refiriendo a aquellas mujeres que padecen el calvario de ser humilladas, vejadas, agredidas, asesinadas.., por sus parejas o exparejas hombre, no?, porque de estar refiriéndose a estas, que son las únicas víctimas de esta sin razón (junto con sus hijos y personas especialmente vulnerables), le diría a esta señora que ya esta bien con que estas mujeres sean víctimas de sus verdugos, que no les es necesario “presidentas de asociaciones” que contribuyan en su víctimización y en su lento y progresivo hundimiento personal.

Pues mire señora Antonia el resto esta en su casa, entre las cuatro paredes de su hogar que tristemente engañadas y embaucadas por sus maltratadores, le han otorgado el papel de espacio protector, cuando tras un maltrato lento, intenso, longitudinal, creciente y progresivo, este espacio se ha convertido en su campo de batalla, en su jaula revestida de falso chapado de oro, que las encierra en un mundo ficticio creado a través del terror adquirido, del aislamiento impuesto y de la anulación emocional que se les ha sometido por quienes creían les proporcionarían amor, amistad, compañerismo, protección...

Pero no crea señora Presidenta.., que sé leer, que sé que no se refiere a esas víctimas, a las únicas víctimas, insisto, se refiere a aquellos hombres que vapuleados por una sociedad feminista han sido injustamente tratados por una legislación hecha por y para favorecer el sistema “feminircal” que existe y ha existido en nuestro país desde años atrás, ¿verdad?.., perdónenme por la ironía, y por el toque de humor, que no es que venga precedido del más mínimo atisbo de gracia que me haga el tema, por cierto.

Ya podría  haber perdido usted su irreparable tiempo en luchar por las VÍCTIMAS de violencia machista de su país, esas que son asesinadas año tras año, sí, esas que viven sometidas en la intimidad del terror, que están atemorizadas por que se hagan públicas sus “miserias”, esas miserias que servirían para darle a usted la posibilidad de visibilizarlas, y de que apareciesen conformando su lista de esas dos millones de víctimas que usted no acaba de ubicarlas, de localizarlas. Sabe señora; es que la violencia de género es íntima, secreta, privada, de puertas para dentro y en este aspecto radica su fuerza y su verdadera maldad, de no ser así quizás usted en su día habría tenido la coherencia moral  con el género que representa, de crear una asociación de ayuda a las verdaderas víctimas, a esas que mueren, que mutilan, que violan, que agreden...

Según la Presidenta arriba reseñada, las cifras de víctimas de violencia de género en nuestro país que asciende a  dos millones, es una verdad medio mentira, o al menos eso se permite el lujo de insinuar. Es de recibo no obviar lo injusto de lo padecido por ciertos hombres, que también adquieren la condición de “víctimas” y que ella representa en su asociación, que se han visto injustamente tratados por un sistema legal, que ha pretendido dotar a los más necesitados de elementos legales para salvar la distancias que por ejemplo la discriminación dimanante de sociedades patriarcales se han encargado de instaurar, y que debido a normas necesariamente desiguales, y a su implantación en forma de discriminación positiva, ha causado daños colaterales que han perjudicado y mucho, a hombres erróneamente tratados y castigados por un sistema tristemente necesario. 

Cuando se trata de VdG, no existen verdades absolutas, excepto el número de víctimas mortales que depara cada año y que irrefutablemente dotan a este problema el talante trascendental que nadie, amparándose en verdades medio mentiras ni en mentiras medio verdades, puede intentar desviar la atención del conjunto de la sociedad, buscando culpables en la víctimas y víctimas en los culpables...


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